sábado, 25 de febrero de 2012

LOS NIETOS DE DON GAUNA en FOLCLORE CORDOBES

LOS NIETOS DE DON GAUNA en FOLKLORE CORDOBES



Los Nietos de Don Gauna son:,  Mauro Libaak, José Luis Aguirre y Ariel Torres.

          


                                        
Oriundos del Valle de Traslasierra (Córdoba - Argentina), en sus raíces musicales se reconoce la influencia simultánea de lo cuyano y lo cordobés, de lo tradicional y lo moderno.

En sus composiciones se plasman la cueca, la tonada, el gato cuyano y la chacarera, conviviendo con los demás ritmos de latinoamérica: desde el candombe a la milonga, y del reggae a la bossanova .

En 2004 lanzaron su primer disco, Los Nietos de Don Gauna – Latitud Sur- que presentaron en varias oportunidades en el escenario Atahualpa Yupanqui del Festival de Cosquín, así como en las principales peñas cordobesas y de distintas provincias.

Y precisamente en este 2010, Cosquin les brindó la oportunidad de un segmento importante de actuación televisiva, consagrándolos ante la crítica y el público como uno de los grupos con mayor proyección nacional.

Además, en las Bodas de Oro Coscoínas, José Luis Aguirre fue premiado por su tema: La transerrana (autor e intérprete), alzándose con la Revelación en Canción Inédita.

                        

Las peñas coscoínas suelen funcionar como primeros escenarios para una cantidad de solistas y grupos que están empezando a abrirse paso.

Una recorrida por las peñas abre los oídos a nuevos grupos.

Uno de ellos es Los Nietos de Don Gauna, lo que se escucha en estos chicos es folklore argentino y latinoamericano, pero también cierto telón de fondo de rock, reggae o rap. En una palabra: toda la música que jovenes de veintipico de años escucharon y escuchan como herencia o como actualidad.

Así puede aparecer una “chacarera transerrana” o una “versión chuncana de cumbia colombiana”, según sus propias definiciones, puestos en la obligación de una respuesta para el molde clasificatorio, aunque las letras, todas de autoría de Aguirre, también están marcadas por un fuerte contenido social.

Los “nietos” decidieron adoptar el parentesco de Don Gauna, dueño del último bar donde se congregan los viejos tonaderos de Villa Dolores, a quien convirtieron en mito y en mote que designa a todo aquel personaje pícaro y con sabiduría de campo. “Un día caímos al bar de Don Gauna y fue mágico ver a esos abuelos que se pasan noches enteras dedicándose tonadas entre ellos”, cuentan. “Para nosotros Gauna representa la picardía criolla del hombre del interior y a la vez la tradición de nuestros abuelos.

En Cosquín se los puede escuchar en peñas como las del Dúo Coplanacu y en otras más alternativas como Fisura Contracultural, y también subieron al escenario oficial tras una invitación que llegó a último momento.

 el “folklore joven” que proponen Los Nietos son canciones nuevas, que salen de la tradición que respetan, pero tal como la sienten hoy en dia.

 lo que tienen para mostrar es más latinoamericano, porque es lo que surgió hasta que sacaron el disco, pero lo que hacen ahora ya es distinto, es una vuelta más a lo tradicional.

 arrancar con una propuesta con temas propios hace la cosa más complicada, es más fácil trabajar con lo que ya suena en el oído, mezclando algo, aunque sea.
 Las calles de Cosquin son una mezcla constante de sonidos e imágenes, especialmente durante la noche, cuando la música del escenario mayor se funde con todo lo que sucede alrededor. Existe un afuera del festival de Cosquín que transcurre en peñas y calles y que es tanto o más grande que el encuentro de la plaza Próspero Molina.
 Agudizando el oído se puede descubrir talentos hasta ahora poco conocidos que se acercan hasta aquí en días de fiesta popular; a José Luis Aguirre, por ejemplo, que enfrenta solito con su guitarra y su delicada canción folklórica al público de la peña del Dúo Coplanacu. Ahí volverá a estar el próximo fin de semana.


José Luis,  integra el grupo  Los Nietos de Don Gauna, tiene ahora un proyecto propio y un disco llamado Pintura de pago chico .
 Es cordobés. Juega de local, pero hasta por ahí nomás porque no es de esta zona sino de Villa Dolores, al otro lado de las altas cumbres.

"Juego de local en el sentido de que Córdoba, teniendo tantos festivales grandes, no posee una música autóctona a excepción del cuarteto. Entonces, los compositores podemos aportar a esa inexistencia de folklore. Claro que cuando voy a tocar Córdoba [capital] a la gente le causa gracia cómo hablo, porque tengo una tonada totalmente diferente. Los que somos de Traslasierra hablamos una mezcla extraña de acentos cuyano, riojano y cordobés por una cuestión geográfica. Somos de allá, del fondo. Estamos escondidos tras una montaña."

Aguirre muestra desde algún tiempo una actitud más nómada. Un día agarró una mochila y se fue a recorrer Brasil, de Sur a Norte, durante tres meses. Sin embargo, su disco deja bien claro su procedencia. "Sí, soy de la república de Traslasierra -bromea-.Y cuando voy a la gran ciudad llevo toda una historia, una manera de ser, de hablar, de sentir y de hacer la música. El pequeño país que uno trae. Y sí, trato de delimitar esa zona de cultura propia y original que tiene una tradición grossa de músicos y compositores, a pesar de que casi toda la vida han estado ahí, metidos en ese lugar".

Este nativo de Villa Dolores lleva varios años en la ruta. "Vengo cantando de chico pero recién hace tres o cuatro años me instalé en la ciudad de Córdoba y empecé a mostrar lo que hago y a grabar." Este es su segundo disco. El primero es con Los nietos de Don Gauna. "Los Nietos somos todos de Traslasierra y cuando nos fuimos a Córdoba empezamos a tocar mucho, pero en paralelo me fui encontrando con otra música y me di cuenta de que había temas que con el grupo y en grandes peñas no podía mostrar. Así es que florece este proyecto solista".


-En este instante no puedo vivir de la musica, pero tengo la esperanza. Aunque sé que es mas difícil con lo que trato de hacer. Incluso tengo un proyecto con otro grupo que estoy armando y es con la formación que aparece en un tema de mi disco: marimba, dos guitarras y chelo. Ese grupo es un delirio pero también es una parte mía en la que quiero ahondar. No sé si es redituable pero te hace crecer espiritualmente. También estoy escribiendo cuentos [grabó uno en su disco]. Ya he hecho cuentos musicalizados para una facultad de Villa María. Pero eran de otros. Ahora quiero hacer los míos.

En esa mezcla de sonidos la ciudad mediterránea sirve de plataforma para otras propuestas como la del grupo Los Nietos de Don Gauna. La promisoria banda folklórica de Villa Dolores sorprende con un repertorio nuevo y canciones en formato salsero o cuartetero.



Pero si algo la hizo sobresalir de la media fue la inclusión de un reggae de aires rap llamado “La otra ciudad”. Esa canción, de su disco debut, refleja otra forma de contar el folklore.

“Venimos de distintos géneros", Escuchamos Jobim, Caetano Veloso, Minino Garay, La Chilinga y hasta a la Mona Jiménez, así fue saliendo un sonido de nuestro lugar.

No es algo puro, sino que tenemos lo que llamamos una chacatranserrana o un reggae transerrano, que no tiene la forma del toque tradicional y que hasta puede dar para que hagamos un rap como "La otra ciudad", donde se descarga toda la rabia que tiene la letra.

 

 
                        



Al Comechingón

Duermes comechingón

olvido tapao en carto

de los sueños pisoteados

limpias vidrios empañados

y en el fondo arrinconado

de la barranca de greda

danzas lluvias que no llegan

entre olvidos y cervezas



Llevas comechingon

en tu antigua memoria el dolor

de haber sido despojado

y hoy despues de haber peleado

sos sirviente jornalero

tu escudo es tu propio cuero

para aguentar la miseria

que has recibido en herencia



Duerme y escucha a lo lejos como un canto

bajo el cemento la tierra esta llamando

fuerzas que hay en el paisaje

rostros y gritos de guerra

profundas voces que llaman

a un reencuentro con tu escencia

a ser libre como ayer
                                                                             Aguirre - Cubría



DISCO DE LOS NIETOS de DON GAUNA

La dirección artística del proyecto estuvo a cargo de Walter Sader. Gustavo Gutiérrez y Valerio Peralta asumieron la producción ejecutiva y general.

Entre los artistas invitados, se destacan: “Pucho” Ponce y Esteban Gutiérrez.

Todos los temas fueron compuestos por José Luis Aguirre. En “El comechingón”, letra en conjunto con Alberto Cubría.

Temas:

1. Traslasierra. Corazón, refugio y nido

2. La otra ciudad

3. Al comechingón

4. Circo los Prin

5. Aeropuerto

6. Chacarera para Facundito

7. Dulzura

8. Pa’ mi negra

9. Homenaje

10. Milonga del algarrobo

11. “El corbatita”

12. América Latina, mujer


COSQUIN 50 ANIVERSARIO "La Gran Noche de Los Nietos de Don Gauna"

Lunes 25

Raly Barrionuevo, Ganador Pre Cosquín 2010, Dúo Warner-Tajan, Ica Novo, Los Nietos de Don Gauna, Tal para Juan: Juan Falú y Juan Quinteros. Ramón Ayala y Joselo Schuap, Rolando Goldman, Eduardo Betancourt, Luis Pino y Carlos Alvarez. Charango, arpa, cuatro y guitarra, de Argentina y Venezuela. Quebradeños: Tomás Lipán, Fortunato Ramos, Balvina Ramos, Hermanas Cari, Banda Sikuris y Ballet Juventud Prolongada. Joel Tortul, Hugo Bistolfi, Ensamble y Fortunato Ramos, Ballet de Juan Saavedra, Yamila Cafrune, Santaires, Los Altamirano y Los de Siempre, Entre Amigos, Los Visconti, Suyay, Gal Costa

                Ventana externa


De Villa Dolores vino un grupo que bien merece contar el por que de su nombre, Los Nietos de Don Gauna. En efecto, en la Capital de la Poesía existe un bar en el que algunos parroquianos, entre ellos Don Gauna, pasan largas horas sentados mirando su vaso de vino, como atrapando la vida en ese pequeño recipiente. A esos personajes resumidos en la figura de Gauna es que le rindieron homenaje autodenominándose nietos de él.

Sin dudas su propuesta tiene una amplia repercusión entre la juventud, al grado que coreaban entre tema y tema el nombre de la formación. Se destacó el tema “Chacarera bien chuncana”.

En la última luna de Cosquín se entregarán los premios correspondientes a la edición Cincuentenario del Fetival de Cosquín, donde dos rosarinos fueron galardonados, como Franco Luciani y Los Trovadores:

Consagraciones: Guitarreros, Canto 4, Franco Luciani.

Revelación: canción inédita “La transerrana” de y por José Luis Aguirre, integrante del grupo Los Nietos de Don Gauna.

Camín de Oro: Horacio Guarany y Marcelo Simón.

Consagración histórica: Los Trovadores.

Revelación espectáculos callejeros: Leandro Romero (violinista).

Revelación de peñas: Ñandereta.

Completaron la noche Amancay (ganadores del Pre Cosquin), Los Caldenes, Ballet Folclórico Nacional, Hugo Gimenez Agüero y Leonardo Miranda y el ex Trovadores Carlos Pino, en su etapa solista. (Télam).-


El Bicentenario en la Feria de Mataderos

También en ese tradicional reducto del sur de la Ciudad de Buenos Aires, ubicado en Lisandro de la Torre y avenida de los Corrales, habrá a partir del domingo 23 actividades en celebración del Bicentenario, con entrada libre y gratuita y de acuerdo con la siguiente programación:

Domingo 23

•Suna Rocha

•Las Voces Blancas, Presentan “Mujeres Argentinas”, Junto al Ballet Resistiendo con la dirección de Alejandro Martín.

•María Elena Sosa

•Los Nietos de Don Gauna

•Gottardo Ghiselli y Fernando Fritier. (dúo instrumental de guitarras)

•Claudio Agrelo

•Julio Crespo

•Asociación Tangueros Solidarios

•Los Imanchis

•Taller de Danzas de la Feria

•Ballet Jacarandá

La Comisión Municipal del Festival de Cosquín consideró Revelación 2010 a la canción “La Transerrana”, del músico José Luis Aguirre.

El dolorense se abre así cada vez más espacio en el mundo de la música argentina, confirmando su talento como compositor, guitarrista y cantante. Sobre sus inicios, habla en MySapce:

“La cuestión de la música, puede decirse, fue una feliz casualidad puesto que no provengo de familia de músicos o artistas, más bien de futbolistas. La casa de mis abuelos está detrás de la cancha del Club Comercio, en Villa Dolores. En ese ambiente futbolero me crié. Debo agregar que siempre he sido un queso para la pelota. Ahora bien, hubo una excepción en esta costumbre familiar, el querido tío Oscar, que ante las evidentes dificultades que encontraba para dicho deporte se dedicó a la guitarra. Gran cantor, desde joven pisó cantidad de escenarios e integró un montón de conjuntos folklóricos. En casa de mis abuelos, su pieza era una especie de santuario al que nadie podía entrar si él estaba ensayando. Recuerdo que a veces me quedaba horas sentadito afuera del cuarto escuchándolo cantar. Yo habré tenido unos ocho años cuando me dejó entrar para ver si afinaba. Me hizo cantar una zamba, ‘Esta penita linda’, me acuerdo. Ahí comenzó este romance con la canción. Tengo un primo de mi edad, el Nelson, que también hoy se dedica a la música. A los dos nos tomó por discípulos y nos inculcó su fanatismo por la música del norte: zambas salteñas, gatos y chacareras santiagueñas, algún chamamecito. A partir de esas primeras canciones comenzó un derrotero por asados y reuniones familiares al que mi padre orgulloso nos llevaba. Así fui conociendo a los ilustres folkloristas del pago, en las peñitas o en las juntadas guitarreras del tío. Hoy miro para atrás y pienso en esa época como mi gran escuela”.

“A los catorce años me invitan a formar el grupo ‘Las voces del horizonte’. Nos vestíamos y sonábamos muy parecido a ‘Los de Alberdi’. Con ellos aprendí mucho del repertorio y el modo de tocar de los guitarreros de Córdoba capital. Después me metí en lo que vendría a ser ‘la honda del folklore joven’ que recién comenzaba a gestarse, cuya característica era el uso de instrumentos novedosos y canciones de amor con un leguaje moderno. Así que pronto abandoné ‘Las voces del horizonte’ y formé el grupo ‘Querub’, que era una mezcla de todos los conjuntos que se estaban poniendo de moda, con batería, bajo eléctrico, guitarras enchufadas y a los gritos. Con ellos me animé a mostrar mis primeras canciones. Esa época fue muy linda, la Semana Estudiantil, las idas a Cosquín, los sueños de fama, las chinitas que nos seguían”.

“Un par de años más tarde ocurrió algo que marcó un antes y un después en mi vida como artista. Comienzo a frecuentar un grupo de músicos a los que se los cataloga de raros o intelectuales o que hacen música que nadie conoce. Bueno… entre ellos se encontraba Alejandro Horno, ‘el Gordo Horno’, como le dicen. Ese fue el primer gran compositor de Traslasierra que conocí. Me invitó a formar parte de su proyecto ‘Descalzos y sin documentos’. Hacíamos temas de Silvio, Jaime Ros, Spinetta y una gran cantidad de temas del ‘Gordo’. Yo estaba obnubilado por los acordes que utilizaba. La rítmica de la guitarra tocada con los dedos me voló la peluca. Esto me abrió una puerta a todos esos músicos que estaban escondidos del ruido exitista y que se dedicaban en serio. Pronto me ví tocando con los grandes compositores del pago, el Negro Vergara, el Churli Corroza, el Delfín Pereyra, entre otros. Así fue como aprendí a amar la música del valle y de Cuyo. Descubrí la cantidad de viejos compositores que habían venido alimentado un basto repertorio de música autóctona, única. Comprendí que había otra forma de hacer música”.

“Por esos años, también, empecé a viajar a Córdoba. Estudiaba en ‘La Colmena’, donde conocí a Héctor Tortoza, y de su mano el jazz y el tango. De todos modos fue muy breve mi paso por la gran cuidad. En pleno primer año de estudio me entero de que iba a ser papá y volví a instalarme en el valle. Un poco desesperado por la falta de laburo me metí en una banda de cuarteto ‘Los ángeles de fiesta’. Debo decir que no me disgustaba cantar cuarteto, lo que no me bancaba era tener que acarrear bafles y esos interminables fines de semana de andar cantando por todos los pueblos. Terminaba fusilado. Así que pronto desistí de la empresa. Me dediqué a dirigir coros y a organizar peñas en un cine abandonado de Mina Clavero. Allí nacen ‘Los nietos de don Gauna’, grupo con el cual, años más tarde, retornaría a Córdoba. Con ellos anduve los escenarios del ambiente universitario con una propuesta de canciones propias que fue muy bien aceptada. Mientras… cada pesito que ganaba lo invertía en estudios particulares, estudié con Juan Carlos Chiallella, con Caro Velásquez, Pablo Digusto entre otros. Con los ‘Nietos’ grabamos un lindo disco de canciones muy comprometidas con lo social. Sin embargo, había un manojo de canciones más intimista, más para adentro, las cuales me resultaba muy difícil mostrar en los grandes escenarios. Buscando ese espacio descubrí la movida de música alternativa que llegaba de Buenos Aires y la que había aquí en Córdoba. Allí encontré un público de oídos abiertos para esto que necesitaba expresar. Gran parte de estas canciones las he grabado en un disco que se llama ‘Pinturas de pago chico’”.
                                               


“Acaso por todas estas andanzas e influencias aprendidas de tan distintos ámbitos, hoy puedo disfrutar profundamente de aquellos que reconozco como verdaderos, populares. Aunque parezcan tan distantes unos de otros. Yo creo que las distancias, los catálogos y los prejuicios los pusieron y los ponen otros. El que busca la belleza sabe encontrarla en cualquier lugar, cada ambiente tiene algo por enseñarnos. Así las inquietudes lo van moviendo a uno, lo mantienen vivo, para que la rueda siga girando, para que esto nunca se acabe”.

                                                                                       Fuente: Diario Democracia

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